Hablar de femicidios es vislumbrar una realidad que antes no queríamos ver
Hablar de femicidios no es infravalorar la inseguridad. Hablar de femicidios es vislumbrar una realidad que antes no queríamos ver.
La inseguridad y las muertes en homicidios no van de la mano con el machismo y la violencia instaurada culturalmente contra la mujer.
Los homicidios tienen múltiples móviles. Los femicidios sólo se pueden enmarcar en la muerte de una mujer por hechos culturales, algunos de los cuales incluso no estaban "estigmatizados" hasta hace un tiempo. Como la violencia doméstica que empezó a ser tratada hace poco tiempo como un problema. Antes el hombre que golpeaba en el hogar tenía razón y hasta se usaba la misma frase que se usó con los desaparecidos "algo habrá hecho" (como cuando Mirtha Legrand le preguntó a la invitada qué había hecho para que le pegaran).
Y una mujer que muere cuando su marido la golpea en su casa por el motivo que sea no es inseguridad. Y las mujeres violadas, secuestradas, prostituidas y explotadas muestran un patrón cultural que las deja en un espacio de inferioridad respecto al hombre.
Hablar de femicidios no es infravalorar la inseguridad. Hablar de femicidios es mostrar una realidad que antes no queríamos ver.
La inseguridad y las muertes en homicidios no van de la mano con el machismo y la violencia instaurada culturalmente contra la mujer.
Los homicidios tienen múltiples móviles. Los femicidios sólo se pueden enmarcar en la muerte de una mujer por hechos culturales, algunos de los cuales incluso no estaban "estigmatizados" hasta hace un tiempo. Como la violencia doméstica que empezó a ser tratada hace poco tiempo como un problema. Antes el hombre que golpeaba en el hogar tenía razón y hasta se usaba la misma frase que se usó con los desaparecidos "algo habrá hecho" (como cuando Mirtha Legrand le preguntó a la invitada qué había hecho para que le pegaran).
Y una mujer que muere cuando su marido la golpea en su casa por el motivo que sea no es inseguridad. Y las mujeres violadas, secuestradas, prostituidas y explotadas muestran un patrón cultural que las deja en un espacio de inferioridad respecto al hombre.
Hablar de femicidios no es infravalorar la inseguridad. Hablar de femicidios es mostrar una realidad que antes no queríamos ver.
Comentarios
Publicar un comentario