El colmo del cinismo
Hoy me crucé con el colmo del cinismo.
Como últimamente he venido haciendo, he intentado mantenerme alejado del tumulto y el revuelo social de la redes que se genera ante cada tema controversial. El último, el fraking. La cantidad de información que circula por redes y aplicaciones de mensajería lo único que logran es desinformar sobre todo por la poca información seria y confiable de fuentes dignas y fidedignas de citar. Audios anónimos, información distorsionada, personas hablando de cuestiones técnicas con la soltura de cuerpo de una charla de café donde a nadie se le pide que acredite saber lo que está diciendo.
Ante tanta guerra de chicanas hoy me encontré con uno de los argumentos más válidos ante la guerra de discusiones por internet. La frase que desactiva el debate digital es: "Si estamos discutiendo desde una computadora o un celular, estamos haciendo uso de la minería metalífera y los procesos petroleros".
Lo que no esperé fue cruzarme con la respuesta del ciudadano promedio mundial. "Lo comprás de otros lados en conflicto. Si lo hacés acá hay que pagar mucho y para colmo contaminar mucho más. Prefiero vivir bien y hacerme el boludo de dónde viene el celular". En realidad sí sé que en general se piensa así. Que el sufrimiento o el sacrificio ajeno es aceptable si uno no debe hacer el mismo sacrificio. Pero nunca esperé encontrar abiertamente con el cinismo del argumento "me quejo para que no me pase a mí, pero quiero mantener el estilo de vida aunque le pase a otros".
Hoy me crucé con el colmo del cinismo.
Como últimamente he venido haciendo, he intentado mantenerme alejado del tumulto y el revuelo social de la redes que se genera ante cada tema controversial. El último, el fraking. La cantidad de información que circula por redes y aplicaciones de mensajería lo único que logran es desinformar sobre todo por la poca información seria y confiable de fuentes dignas y fidedignas de citar. Audios anónimos, información distorsionada, personas hablando de cuestiones técnicas con la soltura de cuerpo de una charla de café donde a nadie se le pide que acredite saber lo que está diciendo.
Ante tanta guerra de chicanas hoy me encontré con uno de los argumentos más válidos ante la guerra de discusiones por internet. La frase que desactiva el debate digital es: "Si estamos discutiendo desde una computadora o un celular, estamos haciendo uso de la minería metalífera y los procesos petroleros".
Lo que no esperé fue cruzarme con la respuesta del ciudadano promedio mundial. "Lo comprás de otros lados en conflicto. Si lo hacés acá hay que pagar mucho y para colmo contaminar mucho más. Prefiero vivir bien y hacerme el boludo de dónde viene el celular". En realidad sí sé que en general se piensa así. Que el sufrimiento o el sacrificio ajeno es aceptable si uno no debe hacer el mismo sacrificio. Pero nunca esperé encontrar abiertamente con el cinismo del argumento "me quejo para que no me pase a mí, pero quiero mantener el estilo de vida aunque le pase a otros".
Hoy me crucé con el colmo del cinismo.
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